Ya han pasado una semanas desde que tuviera lugar la Cumbre Contra el Cambio Climático COP25 celebrada en Madrid y parece que hubieran pasado varios meses debido a la escasa repercusión mediática obtenida al menos en cuanto a soluciones efectivas adoptadas.
Tal es el caso, que muchas personas comienzan a plantearse el verdadero objetivo de estos eventos ya que está claro que los países no tienen ninguna intención de modificar sus intereses en pro del bienestar del medio ambiente, al menos a corto plazo y al menos los países realmente relevantes.
Esta ha sido la cumbre en la que Estados Unidos ha salido finalmente de la organización como miembro así como el evento que tuvo que prorrogarse algún día más debido a la nula aparición de acuerdos con verdadera repercusión en el panorama mundial.
La realidad que influye de manera determinante en la situación actual de los países es:
Pero también tenemos otras realidades que sí son positivas y que aúpan ese apoyo a favor del medio ambiente:
Como vemos, hay pros y contras donde mismos países no quieren participar en la COP pero en cambio de manera individual están realizando acciones en pro del planeta. El problema es que a pesar de ello el proceso se ralentiza hasta límites elevadísimos y ahora es cuando necesitamos respuestas inmediatas a corto plazo porque este problema es ahora y no a corto o medio plazo.
Noviembre de 2019 ha sido el segundo noviembre más caluroso de la historia desde que existen registros de temperaturas.
Glasgow es la siguiente Cumbre, COP26, veremos si avanzamos o continuamos en las mismas tesituras.