La situación energética actual está viviendo unos meses convulsos debido a la evolución del petróleo, el gas y los derechos de emisión de dióxido de carbono. Las constantes subidas de los precios de estas materias están teniendo consecuencias en:
Directamente nos preocupa la situación originada por el continuo crecimiento del precio de la luz. Este alza de los precios está fundamentada en tres puntos clave:
Este panorama, con los precios de la energía y de la luz disparados, implica (entre otros aspectos) que a las empresas les cueste más producir y por tanto subir los precios de sus productos, y que las familias tengan menor poder adquisitivo ya que cada vez destinan más dinero a la factura de la electricidad, del gas y del combustible.
Como vemos, una realidad bastante delicada en la que nos encontramos. Nuestro consejo y nuestra apuesta es paliar esos incrementos desproporcionados de la luz por sistemas de autoconsumo, que abaratan la factura de la luz, destinando ese ahorro a otros frentes.
Estaremos atentos a la evolución de esta «crisis energética».