Muchas son los aspectos positivos que aportará el sector fotovoltaico una vez hayamos pasado esta “odisea fatídica” denominada COVID19.
Como sabemos, los datos a nivel de salud y económicos son de auténtica pesadilla y ahora es el momento de comenzar a plantear cuáles serán las vías y caminos a seguir para iniciar una recuperación lo más pronta posible, intentando que la salud deje de estar en peligro y que la economía salga a flote ya que de ella dependemos todos.
El sector fotovoltaico se erige como una herramienta clave a nivel nacional no sólo por ser renovable y de fácil implementación sino también por su aportación a la economía y a la sociedad en general.
El sector fotovoltaico implica multitud de empresas que configuran la cadena de valor de esta energía (electrónica de potencia, diseño, estructuras,…) siendo muchas de ellas de las más importantes a nivel internacional. Ya en 2018 contribuyó con más de 5.000 millones de Euros al PIB y el año 2019 está muy por encima de estos datos.
Antes del COVID, el sector fotovoltaico español daba empleo a unas 60.000 personas en todo el territorio nacional. Además, la creación de parques fotovoltaicos y el propio autoconsumo en zonas poco pobladas permite la reactivación de sus economías.
UNEF (Unión Española Fotovoltaica) ha elaborado un plan de reactivación del sector fotovoltaico dirigido a ayudar al reflote de la economía española. Establece una serie de medidas del sector fotovoltaico para que éste puede ayudar a la recuperación económica del país.
Estas son las medidas que propone UNEF para las plantas de suelo:
Las siguientes propuestas están enfocadas para autoconsumo:
(Fuente UNEF)